La primavera se despojaba del frío aliento que tenía, los árboles brotaban, las flores nacían Su abrumadora belleza los andares abrumaría pero era la más bella la rubia que crecía El pensamiento deshojaría, el destino, a golpe de pétalos, marcaría El sí o no que decidiría que en el verde manto, te querría
Que cuando quiera puedo echar a volar
Y de donde salen siempre tantos corazones rotos, sin en lugar de tanta muchedumbre somos una flor; que la luna está cansada de ser el amor de todos, el que quiera carne, que se queme y que regale un sol. Carlos Chaouen